miércoles, 12 de enero de 2011

La Profepa Guerrero ¿una institución fallida?

En la edición del 12 de enero de 2010, LA JORNADA GUERRERO publicó la siguiente nota:
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Profepa Guerrero: ¿una institución fallida?
Leonel Lozano Domínguez
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Una de las principales causas que amenaza seriamente la desaparición de las valiosas lagunas costeras de Guerrero, es la presión que ejercen sobre una titubeante y temerosa autoridad, algunas poderosas empresas inmobiliarias, grupos de pescadores, ganaderos o particulares asentados en zonas de inundación, que promueven a conveniencia de pocos, la apertura manual de barras o la desecación artificial de humedales, al tiempo que continúan con el “relleno” de riveras lagunares, la apropiación ilegal de bienes de la nación y la privatización de bocabarras.
Se dice que esta semana ganaderos y autoridades abrirán de manera artificial la Barra de Boca Chica, en Tecpan, en beneficio del ganado. Quienes han construido en la zona del agua también se beneficiarían. Habría que desecar entonces el humedal y reducir los cuerpos naturales de agua dulce de esa región de la costa, dejando que se vaya al mar. No importa que la ecología del lugar se afecte; que mueran especies acuáticas; que las redes de los pescadores salgan vacías y que quienes viven del turismo en esos sitios, queden sin clientes. Importante es que los señores ganaderos, ganen. ¡Sí señor!
El argumento para abrir la barra es que el nivel del agua estaría arriba de lo normal. Si ese fuera el caso, habrá que alegrarse. Lo cierto es que se pronostican atroces sequías en los próximos años y más valdría tener reservas. Se sabe también que el ser humano es el único de las especies que habitan este planeta, capaz de cavar diligentemente su propia tumba, con acciones insensatas que ponen en tela de juicio el nivel de su propia racionalidad, frente a otras especies que calificamos como menos evolucionadas.
¿Qué hará la Comisión Nacional del Agua (CNA) al respecto de este asunto? Como es usual: seguramente nada. Son expertos en “nadar de muertito”, respecto al cumplimiento de su olvidada misión: “administrar y preservar las aguas nacionales, con la participación de la sociedad, para lograr el uso sustentable del recurso”.
También se dice que para la apertura artificial de la Barra de Boca Chica en Tecpan, se contaría con el beneplácito de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “con el propósito de que todo se haga dentro de la ley”. Recuérdese que existe un registro histórico de omisiones, complicidades y corruptelas institucionales (Profepa y CNA) en el caso de las aperturas artificiales e ilegales de barras lagunares en el estado de Guerrero.
Ejemplo de lo anterior, es la apertura artificial ilegal que sucede cada año en Barra Vieja de la Laguna de 3 Palos, la Barra de Coyuca sobre la cual se construyeron los tristemente famosos “Bungalows Playa Azul” o la reciente apertura manual de la Barra de Revolcadero de la Laguna Negra, en Acapulco.
Según el Reglamento Interior de la Semarnat, el artículo 118, fracción I, otorga la facultad a la Profepa de “Vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas a la preservación y protección de los recursos de vida silvestre, sus ecosistemas...”, etcétera.
Para el estimado lector no familiarizado con este tema, sirva decir que la apertura artificial de barras lagunares, como la que esta semana se planea hacer en Boca Chica, en Tecpan, con o sin autorización gubernamental, aunado a los azolvamientos y “rellenos” de sus márgenes, están ocasionado graves trastornos socio ambientales a nivel regional. De ello pocos quieren hablar. La apertura artificial constituye de inicio, una desecación abrupta de grandes áreas y con ello las reservas de agua dulce tienden a disminuir rápidamente. Los actuales pozos de agua dulce de la costa podrían desaparecer en corto plazo, siendo sustituidos por agua salobre, no apta para consumo. Igual de alarmante es la pérdida acelerada de la rica diversidad y abundancia de especies de flora y fauna silvestres, acuáticas y terrestres.
Ante esta situación, ¿dónde están los consejos y comités de cuenca, auspiciados por la CNA?
Finalmente, reconózcase a un buen funcionario público. Es fácil. El buen servidor público es quien presta un servicio eficiente a la sociedad. Sabe servir. La responsabilidad y honradez son la esencia de su misión. Los valores y principios son normas de su conducta diaria y se expresan en el respeto por los demás, en su profesionalismo, en su honradez y transparencia, en productividad. ¿Cuántos conoce usted que encajen en esta categoría?
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Consultado en:
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/01/10/index.php?section=opinion&article=002a1soc

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